El Principado está a punto de acabar de «escribir» su «Y» de Bimenes. Este próximo mes de enero entrará en servicio la segunda fase de la carretera, que lleva más de cinco años de retraso respecto a su plazo de conclusión inicial. El tramo entre el túnel de El Corbero (San Martín del Rey Aurelio) y Martimporra (Bimenes) permitirá unir El Entrego con la capital yerbata en poco más de cinco minutos, e ir a Nava en un cuarto de hora.

El pasado fin de semana, la adjudicataria de las obras de esta segunda fase, Dragados, abrió el tramo para realizar una serie de pruebas en el tráfico. Cientos de vecinos del Valle del Nalón y de la zona de Bimenes y Nava pudieron entonces utilizar el tramo, que eso sí, cuando se ponga en marcha, supondrá el cierre definitivo del acceso directo que existe entre el valle de La Güeria, a la altura de El Corbero, con la nueva carretera.

Cuando se abra esta nueva fase de la vía, únicamente quedarán por entrar en servicio dos de los cinco tramos en los que se dividió la obra. La estimación es que la infraestructura esté operativa el próximo año. El estado de cada una de las partes en las que se estructura la carretera es el siguiente:

l Fase I: Se trata del primer tramo de la «Y» de Bimenes que entró en servicio. Lleva funcionando desde hace casi año y medio. Hasta el momento, y hasta que se abra la segunda fase, lo hace a modo de carretera local en La Güeria, ya que comienza en la parte baja del valle, en Pumarabín, y llega hasta la zona de El Corbero. Acaba justo en la embocadura del túnel de 800 metros de largo que lleva este mismo nombre. El tramo discurre a media ladera, a través del valle, salvando los desniveles mediante viaductos hasta llegar al cordal de La Vara. De sus 4.291 metros de largo, 1.088 transcurren por estos viaductos. Inicialmente estaba presupuestado en 20,9 millones, pero tuvieron que invertirse otros 11,6 a causa, principalmente, de la inestabilidad del terreno, que obligó a asegurar las laderas.

l Fase II: Se trata de la parte del tronco de la vía que atraviesa la divisoria entre San Martín y Bimenes, iniciándose en el túnel de El Corbero. La carretera principal sigue directamente hacia la localidad de Lieres, con una desviación hacia Martimporra, a través de un ramal que termina en una glorieta que lleva ya en servicio varios meses. A partir de esta rotonda puede llegarse además de Martimporra, a San Julián (otra de las principales localidades de Bimenes) y tomar la nueva carretera a Nava, la Fase V de esta «Y» de Bimenes, una vía también terminada. La longitud del tronco de la carretera es de 2.781 metros, con otros dos kilómetros de ramales que están terminados y por los que se pudo circular la semana pasada. Esta parte de la carretera es la que más problemas técnicos sufrió, con incidencias geotécnicas y con la detección de bolsas de grisú bajo la Campa de San Juan, algo que provocó la paralización de las obras durante muchos meses. El coste de los trabajos también se disparó, desde los 18,3 previstos inicialmente hasta los 37,6 millones finales.

l Fase III: Las obras de esta fase se dividieron en dos zonas muy distintas. La primera de ellas es el enlace entre el tronco de la carretera, en Pumarabín, con el Corredor del Nalón, que obligó a construir una nueva glorieta en altura desde la cual, además de acceder a la «Y» de Bimenes, puede entrarse a El Entrego y a la zona del polígono de La Central y el centro comercial Valle del Nalón. Esta glorieta, así como el enlace con la «Y», entraron en servicio a principios de 2012. La segunda parte del tramo es la parte del tronco principal de la vía que va desde la fase II hasta las proximidades de Lieres (Siero). Incluye un segundo túnel, el del Alto de la Cruz, de 776 metros. Esta parte de la carretera también está prácticamente terminada. El presupuesto original era de 32,7 millones, pero tuvo que incrementarse en 12,1 millones más por los modificados de obra.

l Fase IV: Se trata de la única parte de la carretera que no está a punto de acabarse o ya terminada, y en la que se centran ahora buena parte de los esfuerzos. Esta cuarta fase es el enlace entre el tronco de la «Y» de Bimenes y la Autovía Oviedo-Villaviciosa, la parte culminante de una carretera que nació con la vocación de ser una conexión rápida entre el Valle del Nalón y la Autovía del Cantábrico. El coste de este enlace, tras una serie de modificados de obra que lo han abaratado, será finalmente de 28,9 millones. El Gobierno del Principado prevé, en sus Presupuestos, destinar 6,5 millones de euros a esta parte de la obra, con la intención de acabar la carretera para que entre en servicio en 2013. Con esta medida, el Principado adelantaría con recursos propios la financiación de la vía, que en un principio iba a pagarse íntegramente con fondos mineros. La partida que el Gobierno regional espera que destine el Estado para la actuación se limitaría a los 916.517 euros.

l Fase V: Otro de los tramos que lleva ya tiempo abierto. Se corresponde con el acondicionamiento de la carretera entre Martimporra y Nava (AS-251), que incluye la variante de San Julián.

La «Y» de Bimenes no es la única infraestructura próxima a su conclusión. Las obras avanzan también en la autovía de los túneles de Riaño. El pasado día 21 se puso en funcionamiento el nuevo túnel del Cadaval, de 1.179 metros de longitud. El Principado abrió un tramo de la nueva calzada en la vertiente langreana para que los operarios pudiesen, tras desviar el tráfico, iniciar el acondicionamiento de la vieja AS-17. Por esa calzada circularán los vehículos en sentido Siero cuando la autovía esté terminada.

La Consejería de Fomento, ordenación del Territorio y Medio Ambiente ha aplazado la conclusión de la infraestructura hasta 2014 aunque la vertiente de Siero estará lista en 2013. El tramo que discurre por Langreo es el más retrasado. El Gobierno regional abrió el pasado mes de julio la nueva calzada de la futura autovía en Siero, hasta el nuevo túnel de Riaño, para acondicionar la actual carretera AS-17, que se transformará en los dos carriles en sentido San Miguel de la Barreda.

Los trabajos para desdoblamiento de esta vía percibirán el próximo año 13,6 millones de euros de las cuentas regionales. De esa cuantía, 10,8 millones responden a la aportación estatal, mientras que el resto será abonado directamente por el Principado.